Comprobado: Pensar un tema para escribir cuando no estoy inspirado es doce veces peor que pensar un tema para una tesis universitaria. Y eso que este puto blog no me va a valer ningún diploma… Hace unos 20 minutos que estoy sentado frente a la pantalla y ni siquiera amagué a escribir una línea, no vaya a ser que se me cansen los dedos. Qué se yo… ya metí un título, voy a escribir sobre el mundial. No salió, pruebo con otra cosa. Esto viene más o menos, hay que ver como queda al terminar. Ya es cualquiera lo que escribí, ni siquiera gracioso, pero son las 3 de la mañana y no voy a tachar una hoja entera del Word. La frase del final es mentira pero la agregué para darle coherencia a esto… y la agregué antes de terminar.
Birome azul en mano. Hoja en blanco. Calzoncillos de la suerte puestos. Ángulo de visión sobre la hoja de la traga de la primera fila ajustado. Cinco minutos para el comienzo del examen y los nervios ya están crispados (como la crispación del país vio, sólo que en serio). La atención se centra en el hombrecito gordo y pelado que durante las próximas horas será dueño de su destino. Un sudor frío recorre el brazo hasta alcanzar la mano, la birome intenta escaparse de los dedos con la ayuda del pulso tembloroso del estudiante. Sin embargo, logra contenerla. Respira una, dos, tres veces. Cierra los ojos y los abre de nuevo lentamente. Todo inútil. No hay secretos en su fuero interno. No puede engañar a la propia mente con excusas baratas sobre lo bien que escuchó los temas en clase o como justo vio un documental sobre la materia hace un par de noches en el Discovery Channel. No estudió, no estudió una mierda, no sabe absolutamente nada y si no se inventa algo van a bocharlo en “comoquieraquesellameestamateria dos”.
El profesor Petiso Pelado pasa por los bancos repartiendo la hoja de examen. Cinco preguntas. Con dos porahi zafaba carajo… El teacher amenaza con terribles represalias a quienes se atrevan a incurrir en el delito de la falsificación, el robo o en el tráfico de animales por la frontera con Bolivia. Todos se ríen. El profesor se ríe. Él se ríe… y enseguida se deshace del fajo de hojas que tenía a mano para usar de ayuda memoria y del ganado vacuno que tenía en el camión. Nuevo sudor frío. Nuevo intento de escape de la bic.
Traga saliva y posa su mirada sobre su condena. Pregunta 1: “Explique con detalle la teoría desarrollada por el constructivismo”. No llega ni a terminar de leer. Intenta recordar alguna vez que el docente haya mencionado una teoría. ¿Relatividad? ¿Construcción? ¿Bala mágica? No sabe qué tiene que ver Kennedy con el constructivismo. Anota "¿Segundo francotirador?" en un margen. Tacha. Dibujito de un hombre ahorcado. Se ríe. Tacha. Nueva Hoja. Trata de ver la hoja de la traga de la primera fila pero por alguna razón su hombre parece tres veces más grande y le interrumpe la línea de visión. En bancos más cercanas solo ve desesperación. La pregunta 1 será para cuando pueda echar mano a la ayuda memoria.
Pregunta 2: “Describa la campaña de Alejandro Magno en Asia Menor”. Lee. Relee. Posta que no entendió una goma de lo que se hablaba en esa clase. Lee de nuevo. Escribe “La campaña de Alejandro Magno puede describirse como…”. Se frena. Hace cinco veces los puntitos suspensivos. Piensa. Escribe “una operación militar de gran envergadura”. ¡Envergadura! jajajajaja. ¡ENVERGADURA! Escribe “Alejandro se sentaba envergadura Magna”. JAJAJAJA. Rompe la hoja y arranca de nuevo. Cinco minutos después pasa a la pregunta 3. Lee “neoclasicismo” en alguna parte. Pasa a la pregunta 4.
Está en latín. Escribe “Alea Jacta Est” y traduce “estoy jugadísimo”. “El latín era el idioma de los romanos”. Escribe algo sobre Roma, Milán y sobre el partido Barcelona-Inter. Se queja de como no le cobraron el gol al Barsa y como en el Inter, si bien no es romano, antes hablaba latín, pero bardearon cuando la Roma se puso arriba en la tabla. Ataque de memoria: Vuelve a la pregunta 3 y escribe “33,5”. Retoma la 4 y aclara: “Pero los romanos perdieron y quedaron dos puntos abajo en la liga”.
Pregunta 5: Multiple choice. Elige la opción a. Tacha y elige b. Tacha y elige a y b. Tacha y elige “todas las anteriores”. Tacha y elige “ninguna de las anteriores”. “Todas las anteriores salvo la b”. “Ninguna de las anteriores salvo la c (o sea, la c)”. Tacha. Elige todas pero haciendo un circulito borroneado para que parezca que pudo haberla elegido o no. Que quede a criterio del profesor. Tacha al profesor. Vuelve a la pregunta 1. Escribe “b”. Tacha. Escribe "c pone envergadura". Se rié. Tacha. Entrega.
Esta es una pesadilla recurrente que tengo cada vez que voy a dar un examen. El texto no lo aclara pero el protagonista también está desnudo y por alguna razón en Francia, hablando en latín.